domingo, febrero 21

De la Curiosidad al Interés


Este es un ensayo que escribí para la materia de Orientación Vocacional a finales del curso, en Diciembre de 2009.

Lo subo aquí porque además de que me gustó bastante me siento orgullosa de él, heh. Qué opina usted, amable lector?


DE LA CURIOSIDAD AL INTERÉS

Abstract

La orientación vocacional ha tenido sus giros y revueltas a lo largo de la historia. En la antigüedad pareció ser considerada como una especie de voz interior que sugería u ordenaba, según fuera el caso, cuál sería el camino de la vida a seguir de cada sujeto. con el paso de los años comenzaron a considerarse nuevos elementos en la elección de la vocación, tales como la personalidad, las aptitudes, el ambiente sociocultural en el que se desenvuelve el individuo, entre otros. El presente ensayo es una breve propuesta acerca de la importancia de los intereses personales y el desarrollo de los mismos en la toma de decisión referente a qué carrera estudiar, de definir cuál es la vocación personal en función de la importancia que la cultura popular le otorga a la elección personal y a la defensa de la misma. La postura respecto a la importancia del tema es que si a una persona le gusta, le interesa cierto tema en particular es muy posible que desarrolle las habilidades necesarias para su realización aún cuando en un principio no las tuviera tan agudizadas como fuera deseable; y si por el contrario, el sujeto cuenta ya con las características y comportamientos requeridos para cierta actividad es muy probable que también le guste realizarla, aunque se ha de recordar que la excepción hace la regla y que cada caso específico se trata de manera particular.




No existe en el mundo un asunto sin interés. Lo único que puede existir es una persona que no se interesa (Chesterton, s/f). Esta máxima me trae a la mente ese dicho popular que versa "a fuerzas ni los zapatos entran" en el sentido de que si un sujeto no tiene la más mínima inclinación hacia un actividad específica hay pocas probabilidades de que se desarrolle en el ámbito, lo disfrute y sea exitoso. Bueno, no del todo: puede ser exitoso, incluso sobresaliente, pero carecer de interés, ni siquiera sentir curiosidad; será entonces monótono e increíblemente aburrido aquello a lo que se tenga que dedicar.

Ya decía François De La Rochefoucauld (s/f), que hay varias clases de curiosidad: una, interesada, que nos lleva a desear aprender lo que nos puede ser útil; otra, orgullosa, nacida del deseo de saber lo que otros ignoran. Esto me remite a la ya antigua pregunta de ¿qué es lo que motiva al humano a aprender?, ¿y para decidir qué aprender?, ¿cómo? De pequeño el niño es expuesto a una amplia variedad de situaciones en las que se espera vaya desarrollando posibles comportamientos a manera de respuesta frente a las novedosas experiencias, lo que de acuerdo al modelo cognoscitivo y social que propone Krumboltz (citado en Guichard, 1995) corresponde a las 4 categorías de influyentes: dotaciones genéticas, condiciones y acontecimientos del entorno, experiencias de aprendizaje y habilidades para abordar la tarea. ¿También aplican pues estas experiencias en la génesis de la curiosidad? Y aún más allá: ¿es la curiosidad necesaria para la consolidación del interés?
El séptimo arte se ha encargado de exponer una gran cantidad de historias y temáticas relacionadas a la transición de la curiosidad al interés entendiendo el primero como un deseo espontáneo y de corta duración de saber o averiguar mas al respecto de una temática o situación, y el segundo como una inclinación más constante, duradera, hacia un objeto, una persona, una narración, entre otros, que generalmente tiene sus orígenes en la curiosidad. Se me ocurre por ejemplo la película Claroscuro que estuvo en cartelera hacia el año de 1997 en la que al espectador se le presenta una clara diferenciación y evidente conflictiva entre el interés que el protagonista tienen respecto a la música, a tocar el piano en particular, y la extraordinaria aptitud para la misma actividad. David tiene que hacer una evaluación entre lo que el ambiente le exige y lo que él desea para tomar una decisión y entonces actuar. ¿No estamos en la misma situación a cada momento los sujetos de cultura? Evaluación - Decisión - Acción - Evaluación - Decisión...

Los estilos de vida actuales, particularmente el consumismo, orientan hacia una vida más individualista en la que el hedonismo es la filosofía rampante que cobija a la mayor parte de la población. Luego entonces lo que más importa es yo porque yo quiero y porque yo elijo lo que más me conviene. Y desde mi punto de vista los intereses son eso: mi elección. Cierto que hay tendencias adquiridas, creo que se les llama "moda" y pueden llegar a ser movimientos masivos. el individualismo es el modus vivendi más generalizado en cuento a occidente. Y casi agregaría que el más cotizado.

La reflexión anterior moviliza la pregunta siguiente: ¿por qué es tan importante lo que yo decido? Quizás porque es lo que nos define como individuos, lo que nos delimita, que nos diferencia los unos de los otros. entonces al momento de elegir mi vocación en base a intereses personales por sobre los otros aspectos que intervienen en la decisión, lo que estoy haciendo es defender a mi propia esencia como persona; plantar por encima de la mayoría lo que defiendo y a lo qu eme quiero dedicar en un futuro. La decisión final creo yo está basada en lo que sea más importante para cada quien en particular.




Frases célebre, citas, refranes, proverbios, pensamientos, máximas sentencias. Extraído el 24 de noviembre de 2009 desde http://rie.cl/?pa=972

Guichard, J. (1995). La escuela y las representaciones de futuro de los adolescentes. Barcelona: Laertes.

Momentum Films (productora). (1996). Claroscuro. [Video]. Australia: AFFC Momentum Films.

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